La perfecta imbricación entre la arquitectura - del palacio y el diseño dé los jardines hizo del cháteau de Versalles el escenario privilegiado y el símbolo por excelencia del absolutismo deLUIS XIV. Que el jardín, la obra maestra paisajísti ca de ANDRÉ LE NÔTRE, no era un mero acceso rio de la arquitectura sino parte esencial del gran dispositivo áulico fue algo reconocido explícita mente por el propio REY SOL cuando redactó de su puño y letra unas instrucciones sobre la correc ta manera en que el parque debía ser recorrido y visitado para mejor realzar su pompa regia. Se presenta aquí, por primera vez en castellano, el texto del monarca francés. La presente edi ción se completa, además, con otros tres escritos de gran interés histórico: el relato, por ANDRÉ FÉLIBIEN, de la gran fiesta con la que se conme moró en Versalles, el 18 de julio de 1668, el final de la guerra de Devolución; la descripción litera ria de un paseo ficticio por el palacio y sus jardi-nes realizada por MADELEINE DE SCUDÉRY, célebre integrante de ese círculo de escritoras precieuses del siglo XVII que sería satirizad' MOLIÉRE; y, finalmente, la descripción de CHARLES PERRAULT del Laberinto de Versalles; hoy desaparecido: Concluida hace ya más de dos siglos, la historia cortesana de Versalles yace hoy doblemente sepultada bajo las banálizaciones del turismo de masas, pero la 11 lectura de textos como los que aquí se ofrecen puede ayudarnos a rememorar en clave histórica ese extraordi nario ambiente cortesano, inseparable de su marco arquitectónico y paisajístico, que sirvió de modelo ideal a tantos príncipes europeos.