Desde los primeros tiempos, el cine giró su cabeza hacia elmito creado por Mary Shelley. Fresco en nuestras mentesreside el aspecto ya clásico, que Boris Karloff dio a La Cria-tura para las cintas de Universal. Aunque no siempre haprevalecido esa vertiente más terrorífica en sus películas.Los registros del Monstruo han saltado del terror a la co-media, pasando por el western, el musical o el cine adulto.Ha sido hombre, mujer, androide y hasta ha contoneado supelvis, como Elvis Presley. Y lo ha hecho sin permanecerenclaustrado dentro las fronteras de Hollywood. Italia, Es-paña, Gran Bretaña, Japón, Turquía, todos estos y más,han estampado su sello de entrada, para visar el pasaportede La Criatura. Algunas veces dejando obras maestras a supaso, pero en la mayoría de las ocasiones, explotando suimagen, hasta cotas que a menudo han rozado lo ridículo.Esta es la narración de un detallado recorrido por los milesde metros de celuloide, que desde sus mudos comienzos hace110 años, han recogido las numerosas vicisitudes, por lasque ha atravesado La Criatura. Una mirada al mundillo ci-nematográfico del Monstruo y su creador, vista a través dela lupa del humor.