La Posguerra Civil española es una de las etapas más sórdidas de nuestra historia reciente. De una extensión desesperante, no existen grandes diferencias de fondo (y muy leves de forma) entre los primeros años cuarenta, de un fascismo grosero, paupérrimo y estentóreo, y los de los primeros sesenta, de un franquismo inmovilista, carca y represor. Repasando los anuncios de la prensa monocorde de la época, hay que reconocer que el consumo era consecuente con las necesidades del país: los productos más anunciados trataban inevitablemente el dolor de cabeza. En aquel desierto ético y cultural, los originalísimos dibujos de Ricard Giralt Miracle, por ejemplo, tenían que estallar como una bomba . El autor de la frase (Alexandre Cirici Pellicer) y el autor de los grafismos (Premio Nacional de Diseño 1990) fueron las personalidades más renovadoras del sector, gracias a las cuales el diseño gráfico, efectivamente, volvió a empezar. Con este tercer volumen, con Más de cien años de anuncios (La Vanguardia - TISA, 1989) y con Supertipo Veloz y los Cuasigrafismos de Brossa (Mario Esquenazi & Asociados), Enric Satué sigue la línea de reflexión general sobre el diseño gráfico, de los aspectos más cotidianos a los más sofisticados; de los más locales a los más internacionales; de los más antiguos a los más actuales.