Expresión de matices, colores, trazos, líneas, irisaciones que inducen sentimientos, emociones, referencias, predilec-ción, desafección, ternura. Lo importante es abrir las compuertas de la inspiración, como algo esencial requerido por lapropia identidad.Niebla, nubes, surtidores, fuentes, olas, rocío todo al fin y al cabo agua en distintas acepciones. En Nueva Orleans, lameditación es insoslayable: ¿dónde está la mesura, dónde la medida? Cuánto dolor, cuánta esperanza de alegríarenovada Luz, color, tiempo detenido aquí se siente en casa, nos dice en La Habana, como un lugar del que ya eres parte antesde llegar por vez primera y del que nunca te fuiste aunque ya no vuelvas . De todos los rasgos, siluetas y figuras quierodestacar a las mujeres y hombres que se sitúan más allá de las puertas, umbrales y ventanas Nos imaginamos a la vez lainnovación y la rutina de cada uno de los viandantes. ¡Cuántas interrogantes!... particularmente en estas casas deNápoles iluminadas por el sol crepuscular, con el mar al fondo para paliar y esclarecer horizontes sombríos Y enVenecia, caminos de agua en lugar de adoquines y de asfalto, la ciudad-milagro que nos conmueve, pensando en nuestroignorado destino. Como el del agua Fotografías y excelentes figuras de tierras, árboles, edificios, calles, plazas pero, sobre todo, de gente. De gente visible oimaginada detrás de los visillos de tantas ventanas. Y es cuando pensamos en la importancia de cada persona en un espa-cio concreto, en un momento dado. Y es cuando nos invade la dulzura de rememorar con firmeza que el monumentomás importante que debemos salvaguardar es cada ser humano.Las excelentes notas introductorias suscitan, facilitan a los lectores-videntes de este libro la contemplación y reflexiónpersonal. Todas estas páginas constituyen a nuestra vista insólitos conjuntos geométricos, pletóricos de equilibrio,belleza y armonía.Este compendio de visiones y vivencias nos ayuda a reavivar muchas estampas del pasado pero, sobre todo, a construir,a sembrar, semilla a semilla, memoria del futuro. En Roma, nos repiten que conduce a todos los caminos pero no esfácil encontrar el tuyo. Nunca lo ha sido para nadie . Y, sin embargo, a medida que pasamos las páginas nos apercibimos,con gran fiesta interna, de que mezclando el recuerdo de las sombras y las previsiones del porvenir en nuestrasmiradas, como en Hamburgo nos ayuda a encontrar el nuestro.